La firma de coches francesa ha sido y es una de más representativas del mundo del motor desde su fundación, y una de sus mejores obras ha sido el Renault 5. El «Supercar» se lanzó al mercado a principios de la década de los setenta y caracterizado por una carrocería de dos puertas y un portón y una banqueta trasera abatible, que ofrecían una capacidad de carga bastante decente, se ha convertido en uno de los mayores éxitos de la marca gala.
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El Renault 5 no es más que una mejora de dos modelos predecesores, el Renault 4 que salió al mercado en 1961, y el Renault 16 que lo hizo en 1965. Sin embargo, la marca francesa estaba predispuesta a aceptar nuevas ideas y diseños para sus próximos modelos, y fue entonces cuando cobró importancia el nombre de Bernard Hanon. Hanon era profesor en la Universidad de Nueva York y su permanente contacto con los jóvenes se vio reflejado en sus diseños adaptados para una sociedad cambiante. El Director General de Renault, Louis DefreyFus, dio el visto bueno a Hanon para que pusiera en marcha un proyecto que tenía un nombre clave, 122.
El lanzamiento definitivo al mercado se produjo en 1972 y fue una revolución en todos los sentidos. El Renault 5 era un coche con voz propia, literalmente. Y es que la marca francesa decidió darlo a conocer de una forma muy particular para la época, ya que mediante una publicidad mostraron el nuevo modelo como un personaje de dibujos animados muy alegre que llegó a decir: «¡Hola, soy el Renault 5, y en la ciudad y los caminos, me llaman Supercar!».
Las primeras versiones disponibles ofrecían un equipamiento mucho más completo que sus modelos antecesores como, por ejemplo, reposabrazos, bandeja trasera o limpiaparabrisas de dos velocidades. A medida que pasaban los años, el Renault 5 iba evolucionando y su éxito fue tal que en España se aprobó la producción de un modelo con cuatro puertas y un maletero diferenciado exclusivo para el mercado español, que finalmente adoptó el nombre de Renault 7. Este modelo estuvo presente hasta principios de los ochenta (1982) y se llegaron a producir más de 160.000 ejemplares. En 1982 también salió a la luz uno de los modelos más esperados por los jóvenes, el Renault 5 Turbo, que adaptaba la tecnología que tantas alegrías había reportada a la escudería francesa en la Fórmula 1.
[polaroidimage title=»Renault 5 Copa y Alpine» group=»»]https://www.segurclassic.com/club/wp-content/uploads/2018/02/article-renault-5-copa-alpine103314-5506b53fcb201.jpg[/polaroidimage]
El Renault cinco dejó de fabricarse en el año 1996, pero los números hablan por sí solos, y es que llegaron a fabricarse casi 5,5 millones de unidades y llegó a ser número uno en ventas en Francia durante 10 años (1974-1983). A la marca Renault siempre se le asociará la palabra competición, ya sea por sus numerables méritos en Rallys y Fórmula 1 o por su capacidad de adaptación con lo que los conductores demandan, como en el caso del R-5, un vehículo diseñado y nacido para triunfar.